martes, 29 de mayo de 2012

Huída.

En el lugar donde van a parar todos los calcetines de la lavadora, todos los pensamientos y todas las ideas que "ya recordaremos", todas los datos que no apuntamos porque "los memorizamos al instante". Ese lugar inhóspito alejado de cualquier mirada, gélido y tenebroso donde jamás ha llegado el más mínimo reflejo de la luz que emite nuestro astro; en ese lugar se haya además un sinfín de almas y corazones perdidos o abandonados, un sinfín de palabras jamás dichas, un sinfín de sentimientos no expresados, un sinfin de llantos, lágrimas y en definitiva expresiones, y sentimientos que nunca nos hemos atrevido o no hemos podido, o tal vez hemos olvidado expresar, decir, gritar. Espero que algún día ese lugar se vuelva tangible, para recordar lo olvidado, para mostrar lo sentido, para volver a verte cada día, para volver a sentiros a mi lado, porque tiempo ha que no escucho vuestra risa, porque tiempo ha que no os abrazo, porque en ese lugar, también se esconde nuestra infancia, y en ese lugar nos esperan todos aquellos que nos han dejado. Cualquiera en su sano juicio daría cualquier potosí por poder tocar ese lugar, por poder volver a ver a los suyos, a hablar con ellos... su voz jamás se extinguirá con los años, ni la huella que en cada uno de nosotros han dejado. Nunca los olvidaremos, incluso cuando nuestra mente se nuble.
Desearía huír a ese lugar, a vuestro lado, Abus, Reita, Pepe, Pepa, y los demás... ojalá algún día pudiese llegar.